[b]Función, formación e innovación del profesorado[/b]

Me encantó el texto de Pérez Gómez, ya que realiza un recorrido histórico (Pérez Gómez le llama rastreo) sobre las diferentes perspectivas educativas que desde hace más de 4 décadas vienen permeando en las prácticas docentes.

Es interesante la forma en que desmenuza las perspectivas ideológicas dominantes tanto en el discurso teórico, como en las prácticas de la función docente y de la formación de los profesores.

En el centro del debate se ponen las características que configuran los tipos de profesor, de acuerdo a las diferentes perspectivas educativas.

 Perspectiva académica
Con 2 enfoques: uno enciclopédico, basado en el conocimiento científico y otro comprensivo, sustentado en el conocimiento pedagógico.

 Perspectiva técnica
Con 2 modelos: modelo de entrenamiento y modelo de adopción de decisiones.

 Perspectiva práctica
Con 2 enfoques: enfoque tradicional y enfoque reflexivo sobre la práctica

 Perspectiva de reconstrucción social
Con 2 enfoques: enfoque de crítica y reconstrucción social y enfoque de investigación-acción y formación del profesor para la comprensión.

Definitivamente en la perspectiva de reconstrucción social se consideran los aspectos de formación ética y moral de los sujetos (maestros y alumnos) como dimensiones necesarias para la transformación social. Se les otorga un lugar tanto al alumno como al maestro, lugar protagónico que en ninguna otra tradición educativa se había otorgado.

El alumno:
Es considerado como persona, como un ser situado, con una historia personal que lo distingue y hace único entre los demás sujetos, con aspiraciones, sueños, esperanzas, sentimientos y emociones dignos de ser tomados en cuenta; con necesidades e intereses que trascienden el ámbito escolar.

El maestro:
Es considerado con capacidades de reflexión crítica, con autonomía para tomar decisiones sobre su práctica educativa, con actitudes de compromiso para con sus alumnos, colegas y sociedad, propicia el desarrollo autónomo y emancipador de los sujetos que participan en el proceso educativo.

En este sentido, el profesor se preocupa de manera importante por su desarrollo profesional permanente, mismo que le permita reflexionar sistemáticamente sobre su práctica, transformándola constantemente y transformándose él mismo.

Y con respecto al texto de Carbonell, coincido en la importancia que representa la formación permanente del profesorado, pues esta formación no sólo le permitirá tener un amplio bagaje de conocimientos que, definitivamente, son importantes; sin embargo, considero que resulta más importante todavía, el que el proceso de formación continua ofrezca la posibilidad de ser mejor persona, con principios éticos y morales que conllevan una actitud crítica y reflexiva, con apertura al diálogo y al reconocimiento del otro.

Actitudes que impactarán en la formación de los alumnos, pues citando a la autora: “el alumnado aprende más del comportamiento docente que de su conocimiento. Nadie olvida a un buen maestro o profesora, y no lo olvida por lo que enseñaba sino por cómo era” (Carbonell, 2007; 114)