EDUCACIÓN PARA FAVORECER LA DEMOCRACIA Y DEMOCRACIA PARA FAVORECER LA EDUCACIÓN.
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EDUCACIÓN PARA FAVORECER LA DEMOCRACIA Y DEMOCRACIA PARA FAVORECER LA EDUCACIÓN.
La propuesta de Carbonell está fundamentada en la mirada de Dewey, quien considera a la democracia no como una forma de gobierno, sino como una forma de vida y afirma que “una sociedad es democrática en la medida que facilita la participación en sus bienes de todos sus miembros en condiciones iguales y que asegura el reajuste flexible de sus instituciones mediante la interacción de las diferentes formas de vida asociada” (Dewey, 1995; 91). De ahí que se considera indispensable educar en y para la democracia.
La escuela dice Carbonell es un reflejo de la sociedad un microcosmos social, lo que significa que en una sociedad genuinamente democrática no tendría cabida una escuela autoritaria generadora de ciudadanos pasivos, irreflexivos y acríticos. Ahora bien, sí la escuela es un espacio privilegiado para favorecer el ideal de sociedad democrática, e incluso la escuela misma se debe constituir como una comunidad democrática. Entonces podemos hablar de una recursividad entre Educación y democracia.
Es en esta parte donde se articulan las innovaciones pedagógicas que hemos estado abordando en el presente curso, pues dichas formas de concebir los procesos de enseñanza-aprendizaje, por lo menos en teoría, ofrecen posibilidades para que los alumnos participen de manera democrática en su propio proceso de aprendizaje y les dota mayor autoridad y poder.
Dichas innovaciones pueden favorecer la democracia porque proponen la elaboración de proyectos colectivos en donde se desarrolla la ayuda mutua, la comunicación y colaboración entre iguales.
Carbonell enumera catorce aspectos de la democracia, de los cuales me parece importante rescatar que: “La democracia conlleva crítica, creatividad, provocación, resistencia, contestación y hasta un poco de rebeldía.”(Carbonell, 2007; 94) En este sentido cabe señalar que se debe desarrollar una mirada crítica por parte de los alumnos hacia la forma de trabajo. Y es aquí donde el docente también necesita desarrollar no sólo una capacidad de análisis sino también de crítica al currículum prescrito de tal forma que se aleje de ser un mero reproductor y logre percibir aquellas contradicciones en las propuestas curriculares.
Cómo bien lo menciona Kemmis (1993) el docente puede comenzar por buscar contradicciones dentro del mismo currículum ya que toda propuesta curricular está cargada de ideologías. Si bien el profesor común de hoy en día no pertenece a grupos de investigadores, puede formar grupos dentro de su centro de trabajo para hacer posible el trabajo crítico y no sólo eso llegar a la acción para adaptar el currículum a las necesidades específicas.
La escuela dice Carbonell es un reflejo de la sociedad un microcosmos social, lo que significa que en una sociedad genuinamente democrática no tendría cabida una escuela autoritaria generadora de ciudadanos pasivos, irreflexivos y acríticos. Ahora bien, sí la escuela es un espacio privilegiado para favorecer el ideal de sociedad democrática, e incluso la escuela misma se debe constituir como una comunidad democrática. Entonces podemos hablar de una recursividad entre Educación y democracia.
Es en esta parte donde se articulan las innovaciones pedagógicas que hemos estado abordando en el presente curso, pues dichas formas de concebir los procesos de enseñanza-aprendizaje, por lo menos en teoría, ofrecen posibilidades para que los alumnos participen de manera democrática en su propio proceso de aprendizaje y les dota mayor autoridad y poder.
Dichas innovaciones pueden favorecer la democracia porque proponen la elaboración de proyectos colectivos en donde se desarrolla la ayuda mutua, la comunicación y colaboración entre iguales.
Carbonell enumera catorce aspectos de la democracia, de los cuales me parece importante rescatar que: “La democracia conlleva crítica, creatividad, provocación, resistencia, contestación y hasta un poco de rebeldía.”(Carbonell, 2007; 94) En este sentido cabe señalar que se debe desarrollar una mirada crítica por parte de los alumnos hacia la forma de trabajo. Y es aquí donde el docente también necesita desarrollar no sólo una capacidad de análisis sino también de crítica al currículum prescrito de tal forma que se aleje de ser un mero reproductor y logre percibir aquellas contradicciones en las propuestas curriculares.
Cómo bien lo menciona Kemmis (1993) el docente puede comenzar por buscar contradicciones dentro del mismo currículum ya que toda propuesta curricular está cargada de ideologías. Si bien el profesor común de hoy en día no pertenece a grupos de investigadores, puede formar grupos dentro de su centro de trabajo para hacer posible el trabajo crítico y no sólo eso llegar a la acción para adaptar el currículum a las necesidades específicas.
Laura Millán Lara- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/10/2011
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