Educación ¿para qué?

La educación se ve obligada a atender fines diversos relacionadas con las diferentes dimensiones del desarrollo humano, en esa multifuncionalidad, mezcla el cuidado físico y psicológico del alumno, la preparación del ciudadano, la formación para el trabajo (Gimeno Sacristan, 2005).
El proyecto moderno de educación parte de la valoración, de la acumulación del saber que nos da la imagen del mundo, no obstante, no podemos perder de vista que el efecto del proyecto educativo es condicionado por otros factores que trastocan los fines de la educación, tal como cuestiones socioeconómicas, de poder, de idiosincrasias, etc., y que afectan la forma en que se plantean las políticas educativas, cómo se organizan las instituciones escolares, la formación del profesorado, la estructura de los currículos, la organización de los sistemas de gestión, es decir, la educación es una complejidad en sí misma, que se ve permeada por los diferentes sectores de poder, diversos actores, espacios donde se desenvuelve, así como el tiempo histórico en el que se desarrolle, pues los factores que influyan en ella, así como el impacto que tenga sobre la sociedad es diferente, de un momento histórico a otro.
Entonces surge la pregunta, educar ¿para qué? si tuviera que definir cuál es fin que se persigue con la educación, retomaría las palabras de Gimeno Sacristan (2005), cuando refiere que lo que le queda a la educación es hacer una aportación para una formación básica de calidad que capacite para seguir aprendiendo, que preste iniciativa, que se adapte a situaciones cambiantes y variadas y que brinde una forma provechosa de ocupar el tiempo libre y de espera.
Llega a mi mente una pregunta más ¿cómo lograr esa formación que capacite para seguir aprendiendo? Davini nos lleva a la reflexión del uso de la didáctica o las didácticas, pues a mi parecer, no podemos hablar de una general, como lo plantea la autora, ya que por desgracia, el conocimiento dentro de las escuelas se encuentra más que fragmentado, divorciado, a pesar de la existencia de temas trasversales éstos son dejados de lado, por el exceso de trabajo, por la falta de convicción en la reforma o porque personalmente se nos dificulta el trabajo en equipo.
Aunque Davini plantea que estas dificultades no se presentarían si se fomentara el trabajo interdisciplinario, en la práctica, resulta complicado, pues desgraciadamente los profesores estamos más ocupados quejándonos de nuestro trabajo y las condiciones en las que nos encontramos, que tratando de dar soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos.
Es decir, el factor humano que se encuentra entre las políticas educativas y los alumnos vuelve a ser el profesor, quien debe tener un acto reflexivo y consciente de la importancia del papel que juega en el proceso educativo.
No como profesor dueño del conocimiento, pues ya lo menciona Carbonell (2007), las condiciones actuales de éste se han visto afectadas por el manejo y uso de las tecnologías que abren las posibilidades de obtención de información, es aquí donde el papel del docente como moderador, se recupera, pues las oportunidades de mantenernos informados son muchas, pero construirlo en conocimiento, es una labor que aun está en manos de las escuelas.
No podemos negar que la influencia de los diferentes factores que afectan a la educación, estarán presentes en cualquier momento, y que muchas ocasiones nos preguntaremos ¿para qué estamos educando?; ¿qué estamos buscando formar?; ¿podemos hacer frente al bombardeo de los diferentes medios de comunicación?, seguramente a manera de crítica diríamos que no está en nuestras manos dar respuesta a las interrogantes, porque la educación es un fenómeno muy complejo, ¿dónde queda nuestra participación activa entonces? Me parece que queda en el querer actuar, siendo educadores pasivos repetidores de un programa que no somos capaces de comprender, cuestionar o mejorar, sólo criticar, cuando los cambios en la didáctica de la educación no se dará en el papel, se dará en los diferentes centros educativos donde haya una actitud propositiva .

Bibliografía:
Carbonell, S. J. (2007) La aventura de innovar: El cambio en la escuela. Barcelona: Morata. Cap. II – El lugar de las pedagogías innovadoras y Cap. III – Una nueva concepción y organización del conocimiento escolar.
Davini, C. (1996) Conflictos en la evolución de la didáctica. La demarcación de la didáctica general y las didácticas especiales. En: Camiloni et al Corrientes didácticas contemporáneas. Argentina, Paidós.
Gimeno Sacristan, J. (2005). Cap. 2 "La educación que tenemos, la educación que queremos". En F. (. Imbernot, La educación en el siglo XXI. Los retos del futuro inmediato (págs. 29-51). España: Graó.