Para qué documentar

Montse Andrade Miér Nov 30, 2011 12:34 am

Cuando pensamos en la documentación de las experiencias que uno tiene en las prácticas educativas es sin duda un tema importante, pues segura estoy que dentro de las aulas y las diferentes escuelas se llevan a cabo proyectos muy interesantes y valiosos que hablan del trabajo del docente y los alumnos, pero que son desconocidas y no rebasan las paredes del lugar en donde se llevan a cabo.
Esto es porque desde mi punto de vista, el docente no identifica la relevancia de documentar sus prácticas educativas, regularmente cuando hacemos referencia a ellas, se manejan como un mero requisito por parte de la supervisión escolar, en donde se presentan las fotografías del trabajo realizado, como evidencias de lo que se está haciendo en las instituciones, la pregunta es ¿dónde quedan esas evidencias?, ¿Qué se hace con las fotografías, trípticos, videos, etc., que se mandan a las supervisiones escolares? Me parece que la respuesta, no es muy complicada, se van en paquetes al siguiente nivel y así sucesivamente, hasta que llegan al lugar donde han de ser archivados, es decir, no son compartidos con los docentes, por lo tanto no son comentados, ni cuestionados, no se recibe una retroalimentación del trabajo, su utilidad es como mero requisito administrativo, dicha situación que desanima a más de un docente de realizar la documentación de sus prácticas educativas, pues implican un gran trabajo y no se le ve una utilidad real.
Es por ello que como docentes, debemos buscar otro tipo de estrategias que nos permitan compartir lo que estamos realizando en las aulas, de manera inicial, sería importante que nos diéramos la oportunidad de dar a conocer lo que estamos haciendo con los compañeros de la misma institución, así mismo darnos la oportunidad de conocer lo que los otros docentes están haciendo, esto abriría las posibilidades de diálogo, en donde podemos recibir y dar sugerencias, comentarios sobre lo que estamos haciendo con los alumnos e incluso identificar si hay trabajos que estamos realizando que podemos relacionar. Este tipo de diálogos se llevan a cabo entre pasillos, sin embargo, es importante formalizarlos para poder tener retroalimentaciones que nos encaminen a una mejora en nuestras prácticas educativas, pero para ello, sin duda implica un cambio de actitud y voluntades por parte de los docentes, implica tener disposición para compartir con los otros así como de escuchar puntos de vista diversos para la mejora de las prácticas educativas y además tener la capacidad de hacer comentarios constructivos hacía lo que hacen los otros docentes.
Por otro lado un medio que sin duda podemos utilizar actualmente son los espacios electrónicos como las redes sociales, los blogs, foros, páginas web, entre otros que ofrece el internet y que son de fácil manejo y acceso. Este tipo de medios da la oportunidad de que lo que se realiza en las aulas rebase las barreras de las escuelas y se compartan las experiencias con docentes de otras escuelas, niveles educativos e incluso estados, en donde también los alumnos pueden verter sus puntos de vista,sin embargo, una dificultad para el uso de ellos, es que hay docentes que aun se resisten al uso de las tecnologías cibernéticas o bien desconocen el manejo de los mismos, por lo que aunque puede ser una buena herramienta, implica otra serie de dificultades.
Es preciso como menciona Livedisky (2001) la documentación de las propuestas pedagógicas, ya que al reconstruir la experiencia esto nos permitirá la reflexión en torno a las actividades realizadas, al mismo tiempo que nos permite compartir con los compañeros de trabajo la propuesta la cual es expuesta a cuestionamientos y aportaciones, por lo que es necesario que hagamos conciencia de su importancia y comencemos nosotros por realizar esta tarea para contagiar a otros y podamos hacer una red de conocimientos y experiencias que sin duda, encaminarían la educación a una mejora.

Bibliografía consultada:
Libedinsky (2001) La innovación en la enseñanza. Paidos.