Trabajo especial No. 10 “Propuesta para documentar”.

En cierto día del ciclo escolar 2009-2010, la secretaria de la supervisión escolar me pidió (como subdirector escolar) que le entregara el trabajo correspondiente a una convocatoria estatal “voluntaria” para participar en un proyecto sobre experiencias didácticas que incluía el soporte documental, ahora mismo no recuerdo si la convocatoria hablaba de innovación. De lo que si estoy seguro es que ante “la solicitud de la secretaria (que prácticamente era la del supervisor) el director de la escuela y yo decidimos pedirle a un maestro su apoyo para sacar adelante la tarea. Después de reunirnos los tres, lo que acordamos fue la documentación de la enseñanza de una clase de física en segundo año.
Yo me encargue de grabar en video la clase de física. El video y el proyecto que incluía la fundamentación teórica de la clase, descripción didáctica, el plan de la clase, etc. se entregaron a la supervisión. ¡La tarea estaba hecha!
Más allá de los detalles de la experiencia que mostro cosas muy interesantes, quiero destacar lo siguiente:
Era la primera vez que se realizaba la documentación de una clase, sobretodo el hecho de que los alumnos y maestro estuvieran ante la lente de la videocámara y obviamente mi presencia fueron dos elementos que hasta cierto punto los “descontrolaron” pues no era “normal” que alguien los fuera a grabar. Tal experiencia no se había dado con ningún maestro ni con ninguno de los grupos.
Se termino el ciclo escolar sin que surgiera algún comentario de parte de la supervisión para esta actividad. En este momento que estoy reflexionando sobre la documentación de las prácticas educativas me acordé de esa experiencia que resultó en su momento una tarea más que habría que entregar.
Aunque era una posibilidad para documentar prácticas educativas ni en la escuela ni en la supervisión le dimos importancia a esa convocatoria, en parte porque ésta determinaba que se relatara sobre algo ya hecho, lo que obviamente no se tenía por la sencilla razón de que nunca antes se había llevado a cabo. Esto quiere decir que para la autoridad el relato de lo que pasa en las aulas y en las escuelas o no es importante o realmente se desconoce su potencialidad pues Como dice Libedinsky, la documentación de experiencias educativas son reconstrucciones de experiencias de enseñanza, consolidadas y validadas, que guardan consistencia y generatividad, pero que son organizadas y llevadas a cabo en la mayoría de ocasiones por los propios docentes con escasa participación de los directivos o supervisores escolares. Posiblemente una razón fundamental de que en las escuelas no se concretice la documentación de la práctica educativa es el desconocimiento en mayor o menor grado de maestros y directivos, por ello esta es una buena oportunidad para intentar darle a esta acción un justo valor “por eso, es importante considerar que la documentación de experiencias pedagógicas a través de la narración supone una objetivación y una sistematización que le permiten al docente volver sobre lo ya actuado, sobre lo ya enseñado, una vez que toma distancia del momento en que ocurrieron los hechos. …Esta cuestión se refuerza si consideramos que las narraciones pedagógicas, como todas las narraciones, obedecen a un mismo imperativo. Desde un punto de vista semántico, el de relatar acciones y, desde un punto de vista pragmático, el de relatar acciones que sean por algún motivo interesantes y significativas. Es decir, que narramos acciones que se destacan por algo, que tienen una singularidad” (Brito, 2000:5) pero que sobretodo son acciones donde los maestros nos vemos reflejados, cual si fuera un espejo gigante donde podemos ver reflejado nuestros aciertos, errores, tristezas, alegrías, enojos, vanidades, competencias con los colegas, nuestras opiniones sobre el porvenir de los alumnos o el conformismo de no asumirnos como parte de la vida de ellos y sus familias.
En esta oportunidad que tenemos de sentarnos un momento a reflexionar sobre cómo documentar un proyecto de intervención que pretende la formación de docentes para la planeación desde un enfoque colaborativo, irremediablemente se nos presentaron esas imágenes grabando a un grupo de alumnos, viendo que aquella alumna se movía para no salir en la cámara o de como volteaban varios de ellos hacia mí, también recuerdo que alguno de ellos me preguntó para que estaba grabando. Desde el interaccionismo simbólico se plantea que el significado de una conducta se forma en la interacción social y estos pasajes no reflejan más que esta interacción cuando se trate de documentar la intervención. En consecuencia una opción para desarrollar la documental de la intervención la tomo de la lista de chequeo que propone Libedinsky con la siguiente acotación: me parece que podría adecuarse al proyecto, por eso sólo tomaría las siguientes:

1. Nombre y descripción del proyecto
2. videograbación de los momentos preparatorios del proyecto
3. fotografías y videograbación de los docentes trabajando
4. programación de actividades
5. Listado de recursos didácticos necesarios
6. Listado de bibliografía de referencia
7. Justificación y descripción de la didáctica de la experiencia
8. Registros de observación hechos por los participantes y por invitados externos
9. informe final.
10. Evaluación del proceso y del proyecto
11. Redacción de la experiencia.
12. Someter a dictaminación la narración de la experiencia como producto para participar en congresos educativos o para publicarlo o simplemente para presentarlo a los colegas y padres de familia.
El trabajo colaborativo y la comunicación juegan un papel crucial en el desarrollo del proyecto como en la evaluación pues implicaría que cada participante supiera claramente el papel que le toca cumplir en el proyecto, pues al mismo tiempo todos nos formamos en la planeación, asumimos y practicamos el trabajo colaborativo y nos comunicamos adecuadamente para contribuir a la documentación de la experiencia sea grabando-nos, haciendo el registro de observación, analizando estos dos (el video y la observación) para obtener conclusiones de esta documentación, aplicando entrevistas a los docentes involucrados, redactando el informe final, organizando las lecturas para analizarlas y discutirlas. Sin duda este trabajo es laborioso pues implica respetar las diferentes opiniones que seguramente surgirán a lo largo del proceso, sin duda es mejor que solicitar a los maestros un plan de clase que a veces entregamos por obligación. Empecemos pues a documentar y narrar nuestras experiencias, seguro nos mostraremos tal cual somos, evidenciaremos nuestros errores pero también mostraremos lo mejor de nosotros, dejemos salir al humano que muchas presiones se empeñan en mantener agazapado.
Bibliografía
Libedinsky, M. (2001) La innovación en la enseñanza. Paidos-Cap. 5 La documentación de experiencias educativas innovadoras. Pp. 93-111-cap. 6 El valor de las narraciones en educación Pp. 113-123No hay ninguna fuente en el documento actual.
Brito, A. y Suarez, D. (2000) Documentar la enseñanza. Revista el monitor, Buenos aires, Ministerio de educación. Consulta de internet de la pagina: http://www.lpp-buenosaires.net/documentacion pedagogica/ArtPon/PDF_ArtPon/Ref%20Monitor%20Documentar%20la%20ense%Blanza.pdf realizada el 28 de noviembre de 2011