La imagen ¿Que tipo de docente pretendo ser?

El hablar del otro es sencillo, pues es lo que se observa con más claridad, el mirarnos y hablar de nosotros es tarea difícil aunque no imposible, la autoimagen puede ser dolorosa o satisfactoria.

Al encontrarme ante la pregunta ¿Qué docente quiero ser?, Podría contestar solo como un mero requisito dando una respuesta de lo que los otros quieren escuchar o con lo que debería ser, aquellos anhelos que me llevaron a escoger la carrera de docencia; el recordar a todos los docentes que dejaron huella en mi formación, aquellos no solo se preocuparon por las cuestiones de enseñanza, sino preocupados por el aspecto humano. Pero el docente que pretendo ser es uno con un pie en la escuela y otro en la sociedad, un docente del cual el alumnado aprenda más del comportamiento en lo referente a valores.
Podría decir que un docente crítico, analítico y reflexivo; que es lo que se pretendía en los planes y programas de estudio con los que fui formada.
Me gustaría ser un docente crítico con reconstrucción social para desarrollar la conciencia social de los ciudadanos, construir una sociedad más justa e igualitaria, para transformar la sociedad actual.
Lista de acciones que lo vinculen con mi propuesta
-Formación de la conciencia de orden crítico del orden social de la comunidad en la que viven (retomar la importancia del cuidado del medio ambiente a nivel micro, sobre el uso de la química)
Tomando en cuenta los aspectos fundamentales de este enfoque sería
a) La adquisición del docente de un bagaje cultural de clara orientación política y social (hacia donde quiero guiar a mis alumnos, la importancia o el impacto que generaría en sus vidas)
b) Desarrollo de capacidades de reflexión crítica sobre la práctica para desenmascarar los influjos ocultos de la ideología dominante en la práctica cotidiana (Porque es importante lo que quiero enseñar, es solamente como parte del programa o se logra la trascendencia)
c) El desarrollo de las actitudes que requiere el compromiso político del profesor como intelectual transformador en el aula, en la escuela y en el contexto social
No existe un modelo de docente que diga este es el correcto, porque precisamente en la diferencia se encuentra la riqueza de nuestra profesión, lo ideal no es superar a otro, más bien es mejorar mi práctica, tomando como referencia los puntos de vista de cada uno de los enfoques y retomar lo que me es útil para mejorar cada día.