DE UN BUEN DOCENTE A UN DOCENTE DE CALIDAD.

Las propuestas de innovación pedagógica parten de una supuesta crisis de la escuela, afirman que su carácter academicista fundamentado en el pensamiento moderno ha quedado obsoleto y que la escuela no da respuesta a las nuevas demandas sociales. Así lo afirma Perrenoud: “Estamos en un periodo de transición, agravado por la crisis de las finanzas públicas y de las finalidades de la escuela, las representaciones se hacen añicos, no se sabe muy bien de dónde venimos y a dónde vamos.” (2004, 8 ).
En este sentido ya no se requiere de un buen docente, ni siquiera se sabe cómo sería “el buen docente” pues ya lo dijo el autor antes citado, las representaciones se hacen añicos. Ahora se requiere de un docente de calidad, un docente competente; que enfrente situaciones y resuelva problemas, ya que está “condenado” a “decidir en la incertidumbre y actuar con urgencia”.
Un docente competente es aquel que no solo promueve el desarrollo de competencias en sus alumnos, sino que se hace responsable de su formación continua para que él mismo desarrolle competencias, entendidas no como conocimientos, habilidades y aptitudes, sino como la capacidad de movilizar dichos recursos cognitivos para hacer frente a una situación determinada.
La labor del docente competente trasciende el espacio y tiempo de la clase, según Zabalza (2003) el trabajo del maestro debe darse en tres momentos: Antes de la clase (la preparación) durante en el desarrollo de la intervención didáctica y actividades posteriores. La propuesta de Zabalza en torno a las competencias docentes está pensada para nivel universitario, a diferencia de Perrenoud, Zalbalza aun menciona exámenes, elaboración de guías, planificación de contenidos, (me parece que en este aspecto retoma la teoría de Ausbell). En resumen parece que aun se enfoca desde una mirada un tanto academicista. A pesar de que contempla el trabajo entre docentes, la evaluación continua, el uso de las nuevas tecnologías y la importancia de vínculos con los alumnos.
Perrunoud enlista diez familias de competencias docentes, que a palabras del autor no se corresponden con el perfil de docentes de hoy en día, sino que nos muestran un panorama deseable y posible. En efecto la propuesta de Perrenoud no se corresponde con el profesor en la actualidad, pues él no se ve, ni se sabe un maestro incompetente o de “calidad dudosa”. A pesar de que las recientes reformas educativas le han insinuado que el trabajo que debe hacer es otro, la supuesta incertidumbre, el caos y el relativismo del conocimiento no ha llegado al aula. Así el docente no ha tenido la necesidad de dejar de ser un buen maestro (me parece que la mayoría nos consideramos buenos maestros) para ser un maestro de calidad.