Planteamiento de lectura No. 11 La investigación-acción.
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Planteamiento de lectura No. 11 La investigación-acción.
Planteamiento de lectura No. 11
Elaboró: Francisco Javier Garcia Pardiñas.
La investigación-acción.
07 de diciembre de 2011
Elaboró: Francisco Javier Garcia Pardiñas.
La investigación-acción.
07 de diciembre de 2011
Se dice que la escuela está relacionado con el mundo exterior, por ejemplo que el contexto en el que se localiza una determinada escuela influye en la organización de ésta pero que también lo que sucede en la escuela de alguna manera afecta al exterior. Esta relación contexto escuela es uno de los elementos entre varios que debemos considerar cuando se habla de la documentación de prácticas educativas. Pero antes de avanzar en esta idea es pertinente detenernos y preguntarnos ¿Qué se necesita para realizar la documentación de una determinada práctica educativa? O para ser más claros ¿Qué cualidades o características debería tener un documentador de prácticas educativas?
Así podríamos preguntarnos ¿Quién es el mejor documentador de la práctica educativa: el propio docente o una persona exterior, por ejemplo un investigador?, también podríamos preguntarnos ¿Qué tipo de valores debe tener el documentador de prácticas educativas? Y ¿Qué usos se le pueden dar a las narraciones que surgen de la documentación de las prácticas educativas?
Libedinsky afirma que documentar las practicas educativas “innovadoras” es darle un lugar social que no ha tenido y que puede contribuir en la construcción de nuevas historias de las ideas pedagógicas en el país y simultáneamente constituye una práctica optima para el desarrollo profesional vigente, que puede llevarse a cabo –según mi punto de vista- como un proceso de autoformación pero en el que al menos en nuestro país no es una práctica recurrente, por lo tanto es necesario que este enfoque sea suspendido en tanto no haya investigación que nos demuestre que en efecto documentar nuestras prácticas produce esas buenas nuevas que establece Libedinsky. Por eso es necesario puntualizar las cualidades que necesita el documentador de esas prácticas. Libedinsky citando a León señala que para realizar trabajos documentales es necesario aprender a utilizar tres tipos de técnicas: narrativas, dramáticas y argumentativas y que la documentación debe llevarse a cabo mientras se desarrolla la experiencia educativa, “por eso es importante el trabajo docente en parejas o en equipos. Cada miembro del equipo puede asumir un rol diferente para documentar la experiencia en todo su desarrollo. Habrá que planificar la experiencia de innovación educativa y habrá también que planificar el modo de documentarla” (Libedinsky, 2001:98) en un mismo proyecto integrando los dos aspectos como puede ser el proyecto de intervención que estamos desarrollando cada uno de nosotros.
Posiblemente el uso que se le puede dar a las narraciones que surgen de estos documentales sean la producción de recetas pedagógicas, “se nos dijo tantas veces que para la enseñanza no había recetas pedagógicas, que muchos nos lo creímos. Y no es cierto. Claro que hay recetas, pero no se dieron a conocer. Permanecieron ocultas como los secretos mejor guardados” (Libedinsky, 2001:107), aunque habría que actuar con reservas en tanto que es tan compleja la educación que rara vez encontramos dos grupos similares, por lo tanto la práctica educativa no suele ser igual. Las personas somos tan complejas que hoy podemos aceptar un plan de clase, mañana podemos cuestionarlo.
Finalmente, Libedinsky reconoce que la documentación de prácticas educativas innovadoras se realizan para otros docentes, en este sentido reconoce que pueden ser consideradas como producciones institucionales para ser utilizadas después por investigadores con objetivos diferentes a los de los docentes que las idearon.
Es una obviedad reconocer que la documentación de las prácticas educativas es realizada por los propios docentes que cuestionan y reflexionan sus propias prácticas y que por eso mismo deciden actuar individual o colectivamente para crear una propuesta educativa innovadora. Es importante también reconocer que documentar la propia práctica educativa y la de nuestros colegas impone además del dominio de ciertas capacidades de narración, el conocimiento de ciertas metodologías de investigación que desde la antropología o la sociología han aportado al análisis de los problemas sociales y educativos pues no se trata sólo de enumerar las acciones de los actores sino de tratar de entender el sentido y significado de ellas a fin de poder comprender las razones de la acción. Seguramente este será un proceso complicado, pero sin duda muy interesante.
FUENTE CONSULTADA
-Libedinsky, Marta. (2001) La innovación en la enseñanza. Paidós.
Así podríamos preguntarnos ¿Quién es el mejor documentador de la práctica educativa: el propio docente o una persona exterior, por ejemplo un investigador?, también podríamos preguntarnos ¿Qué tipo de valores debe tener el documentador de prácticas educativas? Y ¿Qué usos se le pueden dar a las narraciones que surgen de la documentación de las prácticas educativas?
Libedinsky afirma que documentar las practicas educativas “innovadoras” es darle un lugar social que no ha tenido y que puede contribuir en la construcción de nuevas historias de las ideas pedagógicas en el país y simultáneamente constituye una práctica optima para el desarrollo profesional vigente, que puede llevarse a cabo –según mi punto de vista- como un proceso de autoformación pero en el que al menos en nuestro país no es una práctica recurrente, por lo tanto es necesario que este enfoque sea suspendido en tanto no haya investigación que nos demuestre que en efecto documentar nuestras prácticas produce esas buenas nuevas que establece Libedinsky. Por eso es necesario puntualizar las cualidades que necesita el documentador de esas prácticas. Libedinsky citando a León señala que para realizar trabajos documentales es necesario aprender a utilizar tres tipos de técnicas: narrativas, dramáticas y argumentativas y que la documentación debe llevarse a cabo mientras se desarrolla la experiencia educativa, “por eso es importante el trabajo docente en parejas o en equipos. Cada miembro del equipo puede asumir un rol diferente para documentar la experiencia en todo su desarrollo. Habrá que planificar la experiencia de innovación educativa y habrá también que planificar el modo de documentarla” (Libedinsky, 2001:98) en un mismo proyecto integrando los dos aspectos como puede ser el proyecto de intervención que estamos desarrollando cada uno de nosotros.
Posiblemente el uso que se le puede dar a las narraciones que surgen de estos documentales sean la producción de recetas pedagógicas, “se nos dijo tantas veces que para la enseñanza no había recetas pedagógicas, que muchos nos lo creímos. Y no es cierto. Claro que hay recetas, pero no se dieron a conocer. Permanecieron ocultas como los secretos mejor guardados” (Libedinsky, 2001:107), aunque habría que actuar con reservas en tanto que es tan compleja la educación que rara vez encontramos dos grupos similares, por lo tanto la práctica educativa no suele ser igual. Las personas somos tan complejas que hoy podemos aceptar un plan de clase, mañana podemos cuestionarlo.
Finalmente, Libedinsky reconoce que la documentación de prácticas educativas innovadoras se realizan para otros docentes, en este sentido reconoce que pueden ser consideradas como producciones institucionales para ser utilizadas después por investigadores con objetivos diferentes a los de los docentes que las idearon.
Es una obviedad reconocer que la documentación de las prácticas educativas es realizada por los propios docentes que cuestionan y reflexionan sus propias prácticas y que por eso mismo deciden actuar individual o colectivamente para crear una propuesta educativa innovadora. Es importante también reconocer que documentar la propia práctica educativa y la de nuestros colegas impone además del dominio de ciertas capacidades de narración, el conocimiento de ciertas metodologías de investigación que desde la antropología o la sociología han aportado al análisis de los problemas sociales y educativos pues no se trata sólo de enumerar las acciones de los actores sino de tratar de entender el sentido y significado de ellas a fin de poder comprender las razones de la acción. Seguramente este será un proceso complicado, pero sin duda muy interesante.
FUENTE CONSULTADA
-Libedinsky, Marta. (2001) La innovación en la enseñanza. Paidós.
javier garcia pardiñas- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 15/09/2011
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